Ya se que me pongo muy pesao, que mi obsesión por nuestro cerdo ibérico puede parecer desmedida, y que además puede ser algo repetitiva. Bueno, pues a mi me da igual, no pienso bajar los brazos nunca, y además me he empeñado en elevar a los altares a tan suculenta carne, sea la pieza que sea. En este caso, nos paramos en la carrillera, una pieza muy utilizada, a la que yo le he querido dar un punto de vista muy personal, sacarla del apartado de "carnes" de la carta, y trasladarla al de "para compartir". Todo el sabor de un guiso tradicional, lento, pausado, meloso, metido dentro de una lámina de pasta fresca y ennoblecido con foie fresco. Un bocado pleno de sabor, de textura fácil, casi para niños y con el aporte de esa joyita que representa una lámina de foie-gras doradito. Una vez más, que pena que las fotos no huelan...
BUEN PROVECHO!!!
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Tremenda cena la del sábado Carlos! te sigues superando. Es impresionante ver la progresión desde la primera vez que fuimos a tu restaurante (momento en que ya quedamos rendidos a tu magia), a hoy...y pensar que sigues subiendo el nivel de forma espectacular, es admirable de verdad. Un sueño hecho realidad.
ResponderEliminarEste plato, el ravioli de carrillera, fue uno de los favoritos en la mesa, aunque para mí no es posible posicionarme sobre mi favorito, porque cada uno de los platos que ofreces es de matrícula. Enhorabuena, es todo un lujo para nosotros y para Salamanca tenerte aquí! Gracias!
obseso! jajajaja
ResponderEliminartiene un aspecto brutal....!!!
pasare a ver como huele, tu tranquilo.... jajaja!
cuidate y a disfrutar de la cabalgata con el "minicrack"