La fórmula es sencilla ( y por supuesto no es mía). El maestro Alberto Chicote hace una versión de lo más interesante, en la cual los ingredientes se muestran crujientes y el huevo (yema) lo dispone en una bolsa de vacío al baño-maría.
En nuestro caso, rallamos los ingredientes con un microplane no demasiado fino, sazonamos con sal y pimienta y envolvemos con harina de tempura. Freimos en abundante AOVE caliente, escurrimos bién, y hala!!! al vasito. Coronamos tan crujiente mezcla con una espuma de yema de huevo a +- 60grados, un toque de cebollino y ... a disfrutar.
En nuestro caso, rallamos los ingredientes con un microplane no demasiado fino, sazonamos con sal y pimienta y envolvemos con harina de tempura. Freimos en abundante AOVE caliente, escurrimos bién, y hala!!! al vasito. Coronamos tan crujiente mezcla con una espuma de yema de huevo a +- 60grados, un toque de cebollino y ... a disfrutar.
BUEN PROVECHO!!!
SALAMANCA GASTRONÓMICA YA!!!
Pd. Una vez más... ampliad, por favor, jejeje...
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